La jirafa Benito sólo es uno de los 35 mil ejemplares de vida silvestre que la Profepa ha dejado en custodia con los miembros de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), en los últimos cinco años.
En promedio, las instituciones zoológicas pertenecientes a la AZCARM gastan en conjunto 180 millones de pesos al año en los cuidados y manutención de todos los animales.
En este sentido, Ernesto Zazueta, presidente de la AZCARM, celebró que miles de mexicanos se hayan involucrado e interesado en el bienestar de Benito, “pero queremos informar que los socios de la AZCARM, tan solo a lo largo de la actual administración, han recibido en custodia más de 35 mil ejemplares decomisados, rescatados o incautados, entre aves, felinos, rumiantes, monos y reptiles”.
Lo anterior deja de manifiesto la enorme importancia que tienen nuestros socios para el bienestar, rescate, rehabilitación y sobrevivencia de la fauna silvestre en México.
Me gustaría ser muy claro; cuando la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), llama a alguna institución de la AZCARM y le pide que reciba a un ejemplar, a decenas o a cientos incautados, no es precisamente un premio para nosotros.
La manutención de estos animales, que en su gran mayoría están en muy mal estado, significa una gran responsabilidad, mucho trabajo y mucho, mucho dinero, entre alimento, nutrientes, medicamentos, procedimientos quirúrgicos, especialistas y todo lo que conlleva, que nos cuesta alrededor de 180 millones de pesos al año, sin que recibamos un sólo peso por parte de las autoridades», manifestó.
En este sentido, indicó que las instituciones zoológicas, además de aportar enormemente en materia de conservación de especies, educación, investigación y esparcimiento, se han convertido en los principales centros de rescate animal junto con las Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMAS), “especialmente ahora que el gobierno ha reducido radicalmente el presupuesto para el sector ambiental”.
Es tan trascendental el trabajo que realizamos en materia de rescate, que nuestro gasto para darles un hogar, una segunda oportunidad de vida a tantos animales decomisados del tráfico, maltrato y abandono, equivale al 20 por ciento del presupuesto que la Profepa recibió este 2024.
Por ello es tan importante que la gente y las propias autoridades reconozcan nuestra labor”, indicó.
Ernesto Zazueta explicó que el rescate de los animales lo realizan las instituciones de la AZCARM de la mano de personal de la Profepa, que al no tener recursos suficientes, busca hacer sinergia con los zoológicos y las UMAS para atender a tanta fauna silvestre rescatada.
No así la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS), que ha brillado por su ausencia en el caso de Benito y de miles de ejemplares traficados, decomisados, incautados, lesionados y abandonados. La gran ausente en el caso de Benito y de prácticamente todos los animales silvestres rescatados en los últimos años es la DGVS.
Esta dirección que es la verdadera responsable ante la ley de la vida silvestre en nuestro país, ha despedido a todo su personal experto y se ha llenado de personajes obscuros e ignorantes en la materia, lo que la ha convertido en la dirección más ineficaz e inoperante de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
A su directora María de los Ángeles Cauich no sólo no le importa rescatar ejemplares, no sabe y no le interesa la protección y manejo sostenible de los animales en México que es nuestra mayor riqueza y el sustento de millones de personas», concluyó Zazueta.